Mensaje de actividad de lanzamiento - Escuela de Artes, Diseño e Industrias Creativas

Por Javier J. Hernández Acosta, decano de la Escuela de Artes, Diseño e Industrias Creativas

22 de febrero de 2022 - Universidad del Sagrado Corazón

¡¡¡Muchas gracias!!! Lo primero que quiero hacer es precisamente agradecer. Agradecer al presidente, a la vicepresidenta y a todo el equipo de trabajo de Sagrado. La Escuela no es otra cosa que un equipo de gente maravillosa y comprometida con el proyecto. Y sus nombres son Aurorisa Mateo (Diseño y Cultura Visual), Heriberto Feliciano (Teatro), Maité González (Artes Visuales), Alejandra Martorell (Danza), Jorge Flynn (Música), Fernando Montilla (Animación), Raquel Vázquez (Coordinación de producción), Norma Vila (Galería), Richard Rivera (Escritura Creativa), Nitza Luna (Fotografía), Marilyn Torrech (Artes Visuales), Esthermarí Barbosa (Gerente) y todo un gran equipo de facultad conferenciante y, sobre todo, sobre 500 estudiantes que desde ya aspiran a transformar desde las artes.

Tuve la oportunidad de entrar a esta comunidad en el año 2011, una comunidad que llevaba 130 años de adelantar su misión educativa con todos los grandes retos que enfrentó la humanidad en esos tiempos: crisis política, crisis económica, huracanes, pandemias, terremotos. Y cuando tuve la oportunidad de asumir roles de liderato en enero de 2017 jamás imaginé que en cinco años pasaríamos por exactamente lo mismo… crisis política, crisis económica, huracanes, pandemias y terremotos. Pero cuando nos sentamos por primera vez, a apenas semanas del huracán María, y nos cuestionamos cómo Sagrado iba a responder a los tiempos, y cómo había que priorizar entre aquello que sabemos hacer bien, dónde hay grandes oportunidades de crecimiento y lo que necesita Puerto Rico, las artes y la creatividad inmediatamente estuvieron en la mesa. Y de ese momento hemos seguido con esa misma convicción y compromiso hasta el día de hoy.

Y esta apuesta no es poca cosa. De hecho, poniendo en contexto que las universidades son las instituciones sobre las cuales el pueblo tiene mayor confianza (y no lo digo yo sino la Encuesta Mundial de Valores que realizamos en 2018 en esta Universidad), una apuesta como esta envía un sólido mensaje a la sociedad. A nivel interno nos valida ese rol del artista como líder en la construcción de una sociedad de justicia y paz, pero también al artista como un agente de innovación y de emprendimiento que se forma bajo una sólida base de cuestionamiento crítico, investigación, comunicación y sentido ético. Pero también es una apuesta al arte como recurso de bienestar personal y económico. Eso, es algo que a muchas instituciones públicas y privadas en Puerto Rico todavía les cuesta entender.

Y la Escuela de Artes, Diseño e Industrias Creativas tiene como norte que los y las estudiantes tengan una formación integral donde no solo desarrollen su talento creativo sino las herramientas para llevar ese talento a la sociedad según sus intereses y objetivos. Y sí, eso solo se logra desde la mentalidad emprendedora y capacidad de gestión. Y esto no es algo innovador, es la responsabilidad ética que deben tener todas las instituciones que forman profesionales de las artes.

Pero no queremos achacarle esa responsabilidad gerencial únicamente al artista o diseñador/a, sino que queremos formar a la diversidad de perfiles del ecosistema creativo: al artista, al director creativo, al empresario, al gerente, al gestor, etc. Eso sí, todos con el mismo sentido de sensibilidad, solidaridad y compromiso ético.

Y esto es bien importante para mi. Cuando en el año 1993 falleció quién fue uno de mis primeros ídolos en el arte, Héctor Lavoe, mi coraje con una industria sin sensibilidad, solidaridad y sin compromiso ético me llevó a una formación empresarial por encima que la formación musical, pensando en que necesitábamos “más gente buena en el lado de los malos”. Ahora el reto está en seguir borrando esa línea entre la creación y la gestión para asegurarnos de lograr ese perfil integral del profesional creativo. Y para ello, en agosto de 2021 tendremos 14 programas académicos incluyendo, 2 programas graduados que incluyen todas las disciplinas en artes escénicas, las principales áreas de diseño y programas enfocados directamente en las industrias creativas. Y también tendremos un total de 19 concentraciones menores.

Y no menos importante, esta Escuela tiene una agenda clara para las industrias creativas como recurso de transformación, de todas las transformaciones, la económica, la política, la cultural, la educativa, la comunitaria, la ambiental y, sobre todo, la del compromiso con arte mismo. Porque la sociedad ya entendió todas esas dinámicas de valor que genera la creatividad. Pero hablamos de industria porque el arte es oficio, es trabajo. Lo que no hemos logrado todavía como sociedad es dignificar el trabajo cultural que todavía sigue enmarcado en unos escenarios de precariedad e inequidad (de todas las formas posibles) que en esta Escuela vamos a cuestionar todos los días.

También tengo la confianza de que la Escuela tenderá muchos puentes en el ecosistema cultural y creativo para seguir fortaleciéndolo y adelantar una agenda robusta para las artes y la cultura en este País. Una agenda transparente para las políticas culturales, para nuestra comunidad de Santurce, para el acceso a las artes como derecho humano universal y para un ecosistema que respete la equidad e inclusión. Esta noche nos acompaña la comunidad creativa a quien tengo que agradecer el apoyo y compromiso con las artes, en muchos casos, un compromiso de décadas. Los colegas docentes, las fundaciones, las organizaciones culturales, la empresa privada, los gestores culturales y, sobre todo, a los que crean. Así que mi agradecimiento a cada uno ellos y ellas.

Otros no están aquí hoy, pero a quienes también les agradecemos su trabajo cultural y ser modelo de los profesionales que queremos formar. Cada cierto tiempo uno se encuentra con esos profesionales que orgánicamente tienen el perfil del egresado del que siempre hablamos. Porque al final, los programas académicos no hacen otra cosa que intentar copiar esos perfiles que orgánicamente genera la calle a través de la experiencia. Casi siempre tienen una pasión que los pone a estudiar esa manifestación artística y a no parar de aprender a lo largo de la vida. Empiezan a gestar proyectos con los recursos que aparezcan y a pesar de las limitaciones, no piensan solo en ellos sino en el ecosistema, educan porque saben que es la forma de sostener las prácticas culturales en el tiempo, democratizan el arte, rompen esquemas, innovan, se adaptan, lo mismo los ves en exponiendo su arte en un bar que en las tarimas más prestigiosas del mundo, nos dan orgullo nacional y reconocimiento a nivel internacional. La gente los quiere porque son solidarios, porque dicen presente en todas las luchas de este País, sobre todo las que se dan en la calle, porque respetan y visibilizan el trabajo de los que vinieron antes, porque reconocen que son porque vienen de una comunidad, y la valoran y están a su servicio. Son gente que “escoge algo y lo empuja… toda la vida”. Uno de ellos es nuestro maestro plenero Héctor “Tito” Matos que trascendió recientemente, y que por cierto, es vecino de Santurce, la comunidad a la que nos debemos, pero quien dejó una vara muy alta para Escuelas como esta, que aspiran a formar profesionales de las artes. Para Tito, para Esteban Lima, José “Fofito” Morales y muchos otros que ya no están… para ustedes que siguen esa encomienda y para nuestros estudiantes que poco a poco van asumiendo esa gran responsabilidad… muchas, ¡pero muchas gracias!